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Belleza y regeneración

Regenera las células envejecidas.
Prejuvenecimiento.
Dermatología cosmética.
Tendinopatía rotuliana crónica.

La medicina antienvejecimiento, una especialidad en la que los proveedores de atención médica suelen atender a los pacientes en clínicas independientes, ha crecido exponencialmente durante los últimos cinco años. La medicina antienvejecimiento es difícil de caracterizar en términos uniformes, pero su misión esencial, tal como se expresa de la Academia Estadounidense de Medicina Antienvejecimiento (A4M), es "detectar, prevenir y tratar enfermedades relacionadas con el envejecimiento y promover la investigación en métodos para retardar y optimizar el proceso de envejecimiento humano.

Fragilidad y envejecimiento

A medida que avanza la edad se produce un inevitable Y progresivo aumento de enfermedades debilitantes y dolorosas; así que el envejecimiento y sus enfermedades asociadas representan un enorme costo al sistema de salud y, como evidentemente el problema crecerá, existe la necesidad de encontrar los mecanismos responsables del envejecimiento y desarrollar nuevas estrategias terapéuticas encaminadas a controlarlo.
La fragilidad es una entidad clínica independiente de la morbilidad y de la discapacidad del paciente, se incrementa con la edad y ha sido definida como una declinación sistemática y progresiva de las reservas fisiológicas y un incremento de la vulnerabilidad a factores estresantes menores (1); sus principales manifestaciones clínicas son la flacidez y reducción de la masa y la fuerza muscular, enlentecimiento de la movilidad, reducción de la actividad física y fatigabilidad, entre otros, convirtiéndose en un importante factor predisponente a caídas, incapacidades y hospitalizaciones de personas ancianas. Debido a los efectos antiinflamatorios e inmunomoduladores de las células madre, la medicina regenerativa ha despertado mucho interés, como opción para reparar los daños causados por el síndrome de fragilidad. La seguridad de las células madre alogénicas, provenientes de donante joven o de cordón umbilical, ya ha sido validada en numerosos estudios preclínicos y clínicos de fragilidad senil (2).

A finales del año 2017 se publicó un estudio controlado de seguridad y eficacia en pacientes frágiles tratados con células madre. Se confirmó la seguridad del procedimiento y mejoría de la distancia de marcha a los seis minutos, de las pruebas de función pulmonar, de la cognición y el componente físico de la calidad de vida, y se redujeron las concentraciones de algunos marcadores de inflamación (3).
Una reciente publicación (año 2019) hizo una revisión sistemática de los fenómenos que determinan la fragilidad, de los fundamentos del empleo de las células madre en esta condición y de los ensayos clínicos que evalúan el tratamiento de la fragilidad con células madre. De acuerdo con los reportes de 5 estudios clínicos concluidos o en marcha, que han incluido 208 pacientes entre 55 y 96 años, monitorizados durante aproximadamente 12 meses, los autores llegan a la siguiente conclusión: "La fragilidad urgentemente requiere atención. La terapia con células madre tiene gran potencial ya que, aunque persisten desafíos, una sola infusión intravenosa de células madre alogénicas ha probado ser segura, bien tolerada y efectiva y para la modulación de la inmunidad y la inflamación, muestra tendencia a mejorar las funciones físicas y la calidad de vida" (4).

Resulta interesante mencionar que en un simposio del Instituto Nacional de Envejecimiento (NIA) de los Estados Unidos, encaminado a analizar el problema de la fragilidad senil en la práctica clínica, se discutió el rol de las células madre en la fragilidad. La disfunción de las células madre fue identificada como uno de los blancos biológicos ligados con el envejecimiento y, por tanto, debería ser objeto de intervención en la prevención o tratamiento de la fragilidad (5). Estas recomendaciones son respaldadas por una reciente revisión donde muestran que las células madre poseen propiedades capaces de controlar o revertir muchos de los fenómenos bioquímicos causantes de la fragilidad. Aunque los autores reconocen que es necesario mejorar el nivel de evidencia clínica, con base en los datos presentados en esta revisión, la modulación de la inflamación crónica por parte de las células madre es una estrategia prometedora para prevenir y retardar no solo la fragilidad, sino algunas otras condiciones clínicas frecuentemente asociadas con ella, tales como la enfermedad pulmonar crónica, la enfermedad cardiovascular, la diabetes y la osteoartritis (6).

Terapias antienvejecimiento de la piel

Las terapias anti-envejecimiento buscan retrasar la degeneración de la piel y su sistema de soporte. A medida que avanza el envejecimiento, se reduce la elasticidad de la piel. a los cambios en el grosor de la piel y la organización del colágeno y la elastosis solar da como resultado pliegues y arrugas en la piel.

Los efectos extrínsecos como el fotoenvejecimiento también contribuyen significativamente a cambios en la estética de la piel a través de la inducción de pigmentación irregular. discromía y arrugas.

La remodelación del colágeno representa un objetivo eficaz para las terapias antienvejecimiento. El tratamiento con láser puede inducir la remodelación del colágeno al promover la síntesis. de colágeno de tipo I y III. Además del tratamiento con láser, las citocinas y los factores de crecimiento pueden afectar la remodelación del colágeno a través de su efectos sobre los fibroblastos dérmicos. Dada la capacidad de las citocinas como el factor de crecimiento endotelial vascular, el factor de crecimiento derivado de plaquetas, y el factor de crecimiento transformante-β para promover la síntesis y el recambio de colágeno, las células madre capaces de producir estos factores pueden ser prometedoras para terapias anti-envejecimiento.

Otra consideración importante que se debe tener en cuenta con la incorporación de células madre en procedimientos cosméticos es el efecto de la edad en las propias células. Las células madre no son inmunes al proceso de envejecimiento y su función está estrictamente regulada por el entorno que las rodea, conocido como célula madre. nicho. El sistema hematopoyético proporciona la mejor evidencia del papel que juega el entorno local en la orientación del mantenimiento y la diferenciación del tallo. poblaciones celulares y los efectos del envejecimiento en este equilibrio.

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